Comienza la reforma del Puerto de Piriápolis

Tras la inauguración de su nueva Rambla en diciembre -uno de los proyectos turísticos más discutidos de los últimos años-, Piriápolis sigue apostando a las grandes reformas para seguir posicionado como uno de los grandes destinos de playa del país y la región.  Esta vez le toca al Puerto, otro de sus lugares emblemáticos del balneario. El proyecto para la remodelación ya está en curso y llevará una inversión de aproximadamente 20 millones de dólares. La obra, a cargo de la empresa adjudicataria Saceem, consiste en reformar y ampliar el puerto, algo que no se hace desde el año 1997.

Primera etapa: reforma de la escollera 

Las obras tendrán una duración de tres años, debido a que la Dirección Nacional de Hidrografía no tiene permitido invertir más de 7 millones de dólares por año.  Si bien estaba previsto que la primera estapa culminara en 2014, el gobierno anunció que las principales reformas se inaugurarán en diciembre de este año. 

En esta primera fase se reconstruirá la vieja escollera, algo bastante prioritario: su sector inicial está allí desde la fundación de Piriápolis y se encuentra en mal estado. Las obras incluyen un nuevo muelle que contemplará una marina para la pesca artesanal. De esta forma, los pescadores pasarán a tener una marina para su uso exclusivo y podrán mejorar la zafra. Se construirán otras dos marinas para las embarcaciones deportivas, con lo que se duplicará la capacidad de atraque.

Segunda etapa: hacia un puerto de cruceros

En una segunda etapa se construirá un muelle en la parte más alejada, contra el extremo de la escollera, para barcos más grandes de los que actualmente recibe el puerto. Esto le permitirá recibir grandes yates y pequeños cruceros, superando la capacidad de amarras.

Embarcaciones pequeñas y medidanas a la espera de los cruceros 

El salto no es menor: se pasará de las actuales 77 embarcaciones a unas 200. Además, la escollera resistirá hasta 8.000 toneladas, por lo que podrá recibir barcos de hasta 120 metros de eslora. Es el paso definitivo para asentar a Piriápolis como un competitivo puerto de cruceros. Este nuevo escenario implicará, por supuesto, varias reformas en tierra que aún se están proyectando. Hay que crear la infraestructura necesaria para el nuevo movimiento de personas, que aumentará a unas 500 por día durante la temporada alta. 

Finalizadas estas obras se espera que los servicios del puerto de Piriápolis alcance el mismo nivel que el de su vecino en Punta del Este. Las obras se extenderán presumiblemente hasta el 2017. Una razón más para creer que el espíritu renovador de Francisco Piria sigue empujando en su histórico balneario.