Categoría: Ecología , 08 Agosto, 2017

Escuela modelo y autosustentable

Escuela modelo y autosustentable

La primera escuela pública autosustentable de América Latina está en Uruguay. ¿Dónde? En Jaureguiberry. Te contamos cómo surgió la idea, cuál es el rol de los vecinos y cómo fue que el reconocido arquitecto estadounidense Michael Reynolds, cuyo trabajo se caracteriza por un método constructivo armonioso con la naturaleza, comenzó a formar parte de esta historia.

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Michael Reynolds junto a una de sus obras. (Foto: Veoverde.com)

¿Cómo surgió la idea?

Los jóvenes que hoy integran la organización sin fines de lucro TAGMA, pensaron allá por el 2011 que sería una buena idea de que Reynolds viniera a construir una escuela pública al Uruguay, no solo con el fin de sentar precedentes y dejar un ejemplo en el continente sobre las posibilidades de esta arquitectura, sino también para impulsar la implementación de un modelo de escuela nuevo, que genere un cambio cultural en cómo vemos nuestro ecosistema y en cómo vivimos.

El proyecto en sí involucró a la comunidad y el trabajo en conjunto por un objetivo en común, generando valores que van mucho más allá de la simple construcción de una estructura arquitectónica diferente. El grupo hoy también es integrado por alumnos y docentes de la Facultad de Arquitectura.

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Jornada con los alumnos, padres y vecinos en el predio donde se construirá la escuela. (Foto: Facebook Una escuela sustentable).

En el 2013 TAGMA se reunió con la Liga de Fomento de Jaureguiberry y el Grupo Jaurecológico para plantearles el proyecto. Después se lo presentaron a la Escuela Nº 294 de Jaureguiberry, contagiando el interés y entusiasmo en los alumnos, padres, maestros y vecinos.

Cuando el entusiasmo se extendió, decidieron contactarse con Reynolds. El arquitecto dijo que sí. Desde entonces se realizaron ponencias, talleres, y actividades vinculadas al que involucra a toda la comunidad.


El entusiasmo de toda la comunidad se ve claramente en este video hecho por Nevex

¿Quién es Michael Reynolds?

El arquitecto estadounidense construyó cerca de 2 mil viviendas y cuenta con más de 40 años de experiencia diseñando edificios sustentables. Decidió romper las normas de la arquitectura convencional convencido de que ya no cubría las necesidades del hombre y del planeta.

Reynolds utiliza un diseño de construcción alternativo denominado Earthship (nave tierra), donde se construye con materiales naturales y reciclados -como ladrillos hechos con botellas, neumáticos y latas-, sin cañerías ni cables, orientando al edificio pensando en el uso de la energía solar. El sistema incluye, además, la producción de comida, almacenamiento de agua (recolección y filtración) y la generación de su propia energía y recursos, todo apuntando a una mejor calidad de vida y abaratando costos a largo plazo.

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El aspecto de la escuela será muy similar a este. (Foto: Web Una escuela sustentable).

Una escuela que se sale del molde

Más de 160 voluntarios participarán en la construcción, que tuvo una duración aproximada de 7 semanas. El 15 de enero del 2016 llegó Michael Reynolds a Uruguay junto con su equipo de trabajo; en febrero se le sumaron los voluntarios que se anotaron previamente. En marzo de ese año la escuela quedó inaugurada y funciona desde enonces, con capacidad para 100 niños en 270 m2, ubicada en el kilómetro 80 de Ruta Interbalnearia.

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Alumnos de la futura escuela visitando la Facultad de Arquitectura. (Foto: Facebook Una escuela sustentable)

Parte de la receta ecológica

En la tarde del 26 de noviembre de 2015 llegaba a Jaureguiberry el primer viaje cargado de neumáticos destinados a la construcción de la escuela autosustentable. Entre los materiales a utilizar para la construcción se encuentran mil cubiertas, 2 mil bolsas de portland, 2 mil metros cuadrados de cartón, sumados a miles de latas y botellas de plástico y vidrio.

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Recibiendo las primeras cubiertas que forman parte del material utilizado para la construcción. (Foto: Facebook Liga de Fomento de Parque Balneario Jaureguiberry).

Vecinos superpoderosos

Rafael Muñiz, integrante de la Liga de Fomento de Jaureguiberry, nos contó que al principio la idea de crear una escuela de estas características, ideada nada más y nada menos que por Reynolds, parecía increíble. Hoy es un sueño hecho realidad. “Hoy los vecinos no podían creer que algo así ocurriera”, explicó Muñiz.

Este es el fruto de un esfuerzo hecho entre todos, ya que el papel de los vecinos del balneario fue fundamental: se encargaron directamente del apoyo logístico para Michael Reynolds y su equipo de trabajo

“El equipo de trabajo era como un reloj: llegaban y hacían su trabajo, por eso cuando vino Michael Reynolds a Jaureguiberry tenía que estar todo listo, y él con su gente solo tendría que ejecutar su labor haciendo lo que mejor sabe”.

Para lograr esto, la comunidad del balneario se unió para recolectar y reciclar envases, junto con los comercios de la zona, donde se encuentraban los recipientes para colocar lo que se juntaba. Con el apoyo de las autoridades municipales se hizo la recolección de todo y el acopio del material para dejarlo pronto y disponible. Muchos vecinos ayudaron también con el tema del alojamiento en el período que duró la construcción de la escuela.

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Contenedores que serán utilizados como oficinas y duchas durante la construcción. (Foto: Facebook Liga de Fomento de Jaureguiberry)

El papel de la Liga fue también desde el comienzo fundamental, sirviendo de intermediarios entre los vecinos y las autoridades, facilitando tramitaciones en la Intendencia, consiguiendo locales, dialogando con el Ministerio del Interior (para almacenar ciertos materiales como el cartón, se precisa de un lugar seco y bien protegido, lo consiguieron en un garage pegado al destacamento de Policía). La Liga también brindó un local donde se dio un curso/taller sobre el estilo de construcción Earthship, dictado mientras duraron las obras, y la zona alrededor del local estuvo destinada para servir de apoyo a todo el aparato logístico. TAGMA logró un acuerdo con locales bailables para reciclar los envases que usaban.

“Se espera que con este nuevo enfoque, ahora le tocará a los niños educar a sus padres, el impacto social del proyecto en unos años se notará más, generando un cambio cultural en los valores”, afirmó Muñiz, pensando ya en lo que se viene y en el impacto que tendrá la escuela en la vida de todos.


Video realizado para juntar fondos para el proyecto

Para saber más:

Todos los detalles sobre este proyecto, entrevistas a Michael Raynolds en su visita al Uruguay, actividades, e información vinculada, se encuentran en el blogEl Boletín Sustentable; la web oficial de Una Escuela Sustentable y su Facebook.


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