Paraíso Suizo, tradición helvética en la Costa de Oro

Hace casi veinte años, Silvia Koller y Heinz Stüssi, una pareja de suizos, tenían el deseo de salir de Europa. Llegaron a Uruguay con 35 y 41 años respectivamente y quedaron encantados con la costa.  Así compraron 30 hectáreas de terreno en la zona cercana a Jaureguiberry, donde aún no había calles ni luz. Con esfuerzo construyeron bungalows y un pequeño restaurante, con el objetivo de traer la tradición suiza y trasmitirla a través de sus comidas típicas.

Llamaron al lugar Paraíso Suizo, convirtiéndose en los primeros pobladores de lo que se desarrollaría como un nuevo balneario de la Costa de Oro. Como era un terreno amplio, lo fraccionaron y lo vendieron a otras familias suizas que fueron llegando al lugar.

No es un típico paisaje europeo: es el balneario más nuevo de Canelones

Un Paraíso propio

“En vez de soñar tu vida, vive tu sueño” enuncia el portal que promociona el balneario. Seguramente esa sea la premisa que llevó a la pareja suiza a realizar este emprendimiento. Curiosamente, hoy reciben más turistas europeos que uruguayos: “Para nosotros es muy lindo este lugar por la naturaleza y el mar. En Suiza no hay playa, eso es muy importante también para los turistas de Suiza porque ellos vienen para bañarse en el mar”.

Cuando uno llega a Paraíso Suizo, en seguida nos llama la atención la uniformidad que ha adquirido el paisaje arquitectónico, que nos remonta a algún pueblito campestre de Europa. Sin embargo, nos cuenta Koller, la arquitectura de las casas del lugar tiene muy pocas características similares a las de Suiza y asegura que no existen lineamientos a seguir en cuanto a la forma de construcción.

Así nos da la bienvenida la posada de Silvia y Heinz

Pueblo Suizo: bosque y tradición

Entre los compatriotas que llegaron para quedarse en esta pequeña Suiza uruguaya está el matrimonio de Irene y Jürgen Reichert, dueños de Pueblo Suizo. Este complejo  turístico tiene bungalows, una piscina climatizada, canchas y juegos para los más chicos.

Irene llegó a Uruguay junto a su marido a través de sus padres, quienes hace 15 años vinieron a vacacionar a nuestro país pero decidieron quedarse e invertir en la construcción de la posada. “Mi padre fue unos de los primeros en comprar en el balneario; después se ha ido agrandando y hay más parejas, principalmente jubilados que vinieron y construyeron sus casas. Muchos viven 9 meses acá y 3 allá en Suiza”, contó Irene. Destaca del balneario el clima, la gente y, al igual que Silvia, el hecho de estar cerca del mar.  “Es mejor para los niños crecer entre la naturaleza, por la tranquilidad en comparación con Europa”.

Aunque las casas son todas del mismo estilo, los fundadores aseguran que no hay lineamientos para la construcción

El bosque que rodea al complejo de Pueblo Suizo es de pinos, acacias y eucaliptos. Un espacio perfecto para pasar el día a la sombra y aprovechar para disfrutar de la playa, que está a solo dos cuadras. “Mucha gente nos dice que sienten que están en otro lugar, no en Uruguay”, comentó.

Paraíso Suizo es una opción para sumergirse en las costumbres del país europeo con el que tantas veces nos han asociado, y también compartir un momento de intercambio cultural, ya que todas las instalaciones turísticas están atendidas por sus  dueños.